Hay días que marcan un antes y un después, aunque no lo estés buscando. Nuestro Friends & Family del otro día fue exactamente eso. Un punto de inflexión silencioso, pero muy real.
Por primera vez llevamos Pilatus fuera de las pantallas y lo colocamos en un espacio físico. Un lugar con luz, con música, con gente. Un lugar donde la marca dejó de ser una idea y pasó a sentirse de verdad. Fondeo, en pleno corazón de Madrid, se convirtió por unas horas en nuestra casa.
Invitamos a las personas que han formado parte del camino desde mucho antes de que todo esto tuviera sentido. Amigos que escucharon nuestras primeras ideas. Familia que apoyó incluso cuando no entendía del todo lo que estábamos haciendo. Y gente que ha estado ahí detrás, con constancia y sin ruido, sosteniendo la marca cuando aún no había nada que sostener.
No había agenda. No había discursos. No había expectativas. Solo conversaciones, risas, historias que aparecían solas y ese recordatorio tan necesario de por qué empezamos Pilatus. Esa mezcla de ilusión y vértigo que te hace decir: vale, seguimos.
Y tenemos que decirlo… salió mejor de lo que imaginábamos.
Este Journey también es para el equipo. Para quienes están detrás de los emails, los shootings, las hojas de cálculo, la logística, los cambios de última hora, las noches largas y las ideas que empiezan en una tontería y terminan siendo algo grande. Gracias por hacer que todo esto funcione incluso cuando nadie lo ve.
Gracias también a quienes vinisteis y a quienes, de una forma u otra, habéis estado ahí desde el inicio. A veces la energía que da un pequeño evento pesa más que cualquier gran lanzamiento.
Ayer no solo presentamos productos. Ayer sentimos que Pilatus es algo más grande. Ayer, más que nunca, se sintió como una familia.
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#023- Comunidad, emprendimiento y escuchar.