Hace unos días me invitaron a un evento para hablar de recursos humanos.
Sí, a mí. Que vengo del mundo del producto, del marketing, de crear una marca desde cero.
Y ahí estaba, compartiendo mesa con responsables de talento de grandes compañías.
Lo primero que pensé fue:
“¿Seguro que me toca a mí hablar aquí?”
Y lo segundo fue una pregunta que me lanzaron nada más empezar:
“Rodri, ¿tú qué consejo o herramienta recomendarías para mejorar el engagement de tu empresa?”
Mi respuesta fue clara y lo compartí la semana pasada en Linkedin.
Uno de los grandes aprendizajes que me ha dado emprender es que las personas lo son todo. Y que esta vida, personal o profesional, va de eso: de personas.
En Pilatus, por ejemplo, un jueves al mes invitamos a alguien externo a desayunar con nosotros. Nos cuentan su historia, sus aprendizajes, sus experiencias o su forma de ver el mundo. Y quizás ese sea el momento más mágico que vivimos como equipo.
La realidad es que allí me sentí más espectador que ponente.Escuchándolos. Aprendiendo. Y sintiéndome afortunado por estar en esa mesa.
Y salí de allí con una idea aún más clara:
Cuidar de las personas no va de grandes discursos. Va de estar. De escuchar. De crear espacios reales donde cada uno se sienta parte.
Eso es lo que intentamos hacer en Pilatus cada día.
Con nuestras mochilas, sí.
Pero también con nuestras conversaciones, nuestras decisiones y la forma en la que construimos equipo.
Porque al final, da igual si vendes producto, experiencias o ideas.
Si no cuidas a las personas que tienes cerca, lo demás pierde sentido.
Nos vemos en el próximo desayuno.
O en la próxima charla.
O donde haya algo bonito que compartir.
Porque de eso va todo esto.
De no renunciar a lo que importa.
Compartir:
#016 - Zagreb, expanding Pilatus across Europe
Journey #018 - Amsterdam; new directions, new opportunities.