La idea de grabar el lanzamiento de la Traveller en Ibiza surgió de una necesidad: transmitir, sin palabras, lo que significa romper con la rutina. Salir del caos. Respirar. Volver a ti.
Ibiza nos pareció el lugar perfecto. Porque allí el tiempo pasa distinto. Porque mientras en Madrid vamos a 100 por hora, en Ibiza todo fluye. Y porque con la Traveller, eso es justo lo que queríamos contar: que a veces, lo único que necesitas para desconectar es un billete de ida… y una buena maleta.
A las 6:00 ya estábamos en el aeropuerto. Helen, nuestra videógrafa. Nuria, modelo y alma del vídeo. Y Paula, encargada de redes y ayudante de cámara. Un equipo pequeño, pero con muchas ganas. Volamos a las 7:00 y una hora más tarde aterrizábamos en la isla. Directas a grabar.
El plan era ambicioso: aeropuerto, ciudad, casco histórico, mar, y todo en un solo día. Y, como siempre, lo inesperado se coló en el guión. Sí, nos llovió en Ibiza. ¿Quién se lo imagina? Pero también nos reímos, improvisamos, nos emocionamos. Porque así son los viajes de verdad: imperfectos, inolvidables.
Entre toma y toma, desayunamos en el centro, grabamos con una cámara de vídeo antigua que le da un toque muy especial al resultado final, y seguimos explorando. Nuria también llevaba su propia cámara, capturando momentos espontáneos del día. Muchas de esas fotos terminaron siendo parte del vídeo de presentación, dándole una mirada más íntima y real a todo lo que vivimos.
Terminamos en una cala, con el mar de fondo, y una sensación que no se puede explicar: la de estar exactamente donde teníamos que estar.
Fueron 16 horas intensas. Llenas de ideas, de cansancio, de creatividad… y de esa certeza de que estábamos haciendo algo especial.
Esto es solo el principio. Pero si algo nos ha enseñado este viaje, es que para vivir grandes historias, a veces, solo hace falta dar el primer paso.
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