El destino esta vez era Lanzarote, una isla que no conocía y que me ha sorprendido muchísimo.A veces pensamos que para ver cosas distintas hay que cruzar medio mundo, y resulta que a dos horas de Madrid hay paisajes que parecen otro planeta.
He buceado. He montado en bici. He corrido por la costa. He entrenado en gimnasios al aire libre. También he subido volcanes. He trabajado (bastante más de lo que esperaba). Y he compartido todos estos momentos con amigos del colegio, de los de toda la vida.
Desconectar para reconectar. Cambiar de escenario para tener nuevas ideas. Respirar para volver con más fuerza.
Eso ha sido Lanzarote.
Compartir:
#014 - Japón, un país sorprendente